jueves, 9 de diciembre de 2010

INFORME FINAL

INFORME FINAL PROPUESTA PREVENTIVA SOBRE LA VIOLENCIA ESCOLAR

NOMBRE DEL PROYECTO
"SER JOVENES DESDE ADENTRO, EN BUSCA DE UN MUNDO MEJOR"

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Poca tolerancia en las relaciones interpersonales entre los estudiantes con edades entre los 10 y 15 años de la I.E. Villa del Socorro.

OBJETIVO GENERAL

Mejorar las relaciones interpersonales de los estudiantes con edades comprendidas entre los 10 y 15 años de la I. E Villa del Socorro, a partir del desarrollo de talleres reflexivos que impacten sus habilidades sociales y comunicativas.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

·         Comprometer a los padres de familia en el proceso de formación de sus hijos, a partir de la reflexión y la confrontación desde la metodología de talleres reflexivos.
·         Construir con los estudiantes un manual de convivencia que refleje sus propias normas, sanciones y estímulos, logrando una real apropiación y reconocimiento.
·         Diseñar cuatro talleres reflexivos dirigidos a los estudiantes, donde se aborde la problemática de violencia escolar a partir de las temáticas planteadas en el marco teórico. 
·         Realizar seguimiento a los estudiantes del grupo muestra, observando los resultados obtenidos en el proceso, mediante lista de chequeo, observación directa.


MARCO TEORICO

ANALIZANDO LOS PROBLEMAS ACTUALES DE VIOLENCIA JUVENIL

Los jóvenes son personas de edades comprendidas entre los 10 y los 29 años.  Es preciso afirmar que la tasa de agresión y victimización son demasiadas altas y se extienden hasta los 30 y 35 años de edad.

Los adolescentes, hoy día, son victimarios y víctimas de actos violentos. De ahí que el homicidio en la población de 15 a 19 años de edad sea la segunda causa de muerte.
En 2000, se produjeron a nivel mundial unos 199 000 homicidios de jóvenes (9,2 por 100 000  habitantes). En otras palabras, un promedio de 565 niños, adolescentes y adultos jóvenes de 10 a 29 años de edad mueren cada día como resultado de la violencia interpersonal. Las tasas de homicidios varían considerablemente según la región y fluctúan entre 0,9 por 100 000 en los países de ingreso alto de Europa y partes de Asia y el Pacífico a 17,6 por 100 000 en África y 36,4 por 100 000 en América Latina, y en Colombia específicamente es del  84,4 por 100 000, es importante notar que en casi todos los países las tasas de homicidios juveniles son masculino lo que indica que el hecho de ser hombre y es un factor de riesgo.[1]

Violencia juvenil, es uno de los problemas más visibles en la sociedad,  daña a víctimas, victimarios, familias comunidades y amigos; problema que no  puede aislarse del comportamiento como tal, trayendo consecuencias como ausentismo escolar, abandono de estudio, abuso de sustancias psicoactivas y sin dejar a un lado que  los jóvenes se vuelven mentirosos compulsivos, cabe anotar también que  no todo joven violento tiene problemas  relevante, ni todos  los jóvenes con problemas son violentos, sin embargo, existe una cifra muy elevada de maltrato y maltratadores, que ha llevado la Organización Mundial de la Salud a declarar esta como un problema de salud publica
Presenciar actos violentos en el hogar o sufrir abuso físico o sexual puede condicionar a los niños o adolescentes de tal modo que consideren la violencia como un medio aceptable para resolver los problemas; La exposición prolongada a conflictos armados también puede contribuir a crear una cultura general del terror, que aumenta la incidencia de la violencia juvenil, como  también, el uso de de armas, el consumo de sustancias psicoactivas, la violencia intrafamiliar, los antecedentes de trastornos de conducta, los intentos de suicidio, los padres presos, el pandillismo y las creencias que favorecen los actos violentos como solución a los problemas, son factores asociados a los problemas de  violencia juvenil  y como se dijo antes Colombia no escapa a este fenómeno pues los estudios realizados encuentran como el factor más implicado, el haber sido víctima de violencia.[2]
Lo anterior da pie a un estudio sistemático y concienzudo del fenómeno con el fin de encontrar las mejores soluciones al problema, estudio que debe partir desde la edad escolar. 

En el diario vivir de la escuela, los niños, niñas, y jóvenes, se ven enfrentados a diversas situaciones que implican un reconocimiento por la norma y la autoridad que de alguna manera sustentan su comportamiento en el entorno escolar y se convierten en un elemento previo para el desarrollo de la autonomía.

Existen muchos enfoques explicativos frente al proceso de adquisición de la norma y sin lugar a dudas, todos de alguna manera buscan el reconocimiento del ser y su interacción con el otro; mediante la construcción conjunta de saberes, la socialización de experiencias significativas, la asimilación y aplicación de la norma en su diario vivir.

La sociedad de hoy tiene como fin primordial formar hombres capaces de construir nuevo conocimiento, con criterio propio para tomar decisiones, que pueda elegir y ser elegido, un ciudadano que sea participativo socialmente, que conozca y sepa ejercer sus deberes y derechos ya sea de acuerdo a la constitución política o a lo establecido en el manual de convivencia de su institución. Las relaciones de autoridad existentes, el desarrollo de la personalidad, el papel del maestro y la familia, son también elementos claves en este proceso de formación.

De acuerdo a lo anterior es necesario, que nuestros jóvenes, analicen, estudien,  y se apropien del manual de convivencia escolar, con el fin de que aprendan a manejar mejor sus relaciones interpersonales y adquieran mayor respeto y autonomía.


LA VIOLENCIA EN LA ESCUELA

La violencia es un comportamiento deliberado, que provoca, o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser psicológica o emocional, a través de amenazas u ofensas. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son denominadas como crímenes. Socialmente se considera a una persona violenta por ser irrazonable, que no acepta el diálogo ni la conciliación. Por lo general las personas que son violentas tienen un carácter dominante, egoísta, y actúan ejerciendo el poder.

La violencia es un factor que dificulta la convivencia, se enseña y se aprende a través de la cultura y sus diversos medios de reproducción como son: las instituciones políticas, familiares, escolares, los medios de comunicación y diversión masivos, y a través de las relaciones comunitarias y vecinales;  dependiendo de las situaciones en las que se provoca, influye negativamente entre las personas, deteriorando las buenas relaciones sociales, puede ser ejercida directa o indirectamente y durar largos periodos de tiempo, afectando física, psíquica y  emocionalmente a quien la padece. Es un problema mundial que no discrimina, raza, credo, condición social, género o posición.
La escuela se convierte para los niños, niñas, y jóvenes en un escenario de socialización. Allí interactúan todos los integrantes de la comunidad educativa: alumnos, directivos, docentes, padres de familia, personal de oficios varios, personas de la tienda, los vigilantes, entre, otros. Allí las relaciones se establecen a través de diferentes situaciones propias de la vida escolar, y que en ocasiones sin darnos cuenta, las manifestaciones de violencia suelen pasar desapercibidas y llegan a insertarse al diario quehacer escolar. La escuela es entonces, el espacio propicio que posibilita la producción y reproducción de la violencia como algo inherente al ser humano. Es allí, donde confluyen jóvenes de diferentes sectores y están obligados a convivir con todas las culturas. Ellos deben compartir espacios, pensamientos, tristezas, alegrías, logros, amoríos y muchos otros asuntos que los chicos no quisieran revelar con todos sus compañeros.
Cada uno de los jóvenes llega al colegio con diferentes cargas emocionales, con diferente formación en valores, con toda la construcción o deformación que traen desde su hogar y en este espacio es donde se deben intercambiar esos sentires que en muchos casos no son bien recibidos o son mal interpretados por los demás. “la mayoría de los casos de violencia escolar se dan por situaciones de cargas externas que traen los jóvenes y estas se reproducen dentro de la institución, en muy pocos casos se producen por situaciones generadas dentro del ambiente escolar”[3]
La ministra explica también que si tenemos familias violentas es lógico que los chicos vayan a actuar así, y no solo en la escuela sino también en el club o donde les toque participar. Es por esto que se hace tan indispensable que una familia actúe prudentemente, movidos por el amor a sus hijos, por el ejemplo, ya que todos esos comportamientos van a ser reproducidos por sus hijos en los diferentes lugares de actuación. En nuestra institución específicamente, se presenta muchos problemas de violencia intrafamiliar, padres que han abandonado a sus hijos, madres que trabajan todo el día y desconocen que hacen sus hijos cuando no están en la escuela, se presenta también padres que tienen oficios que no son bien vistos en la sociedad como prostitución, narcotráfico, entre otros. Con toda esta problemática familiar es difícil procurar un cambio repentino de comportamiento en nuestros estudiantes, sin embargo es posible lograr una mejor calidad de vida, cuando ellos reconocen sus errores y están dispuestos a cambiarlos.
Otra gran dificultad que se presenta en la escuela es la imposibilidad de expresión que tienen los jóvenes, pues al no tener argumentos para defenderse, o al desconocer la palabra y el dialogo como mecanismo de resolución de conflictos, los jóvenes acuden a la agresión, generalmente física para defenderse frente a las agresiones de los demás.
Pero no toda la culpa es de los jóvenes o de las familias, los docentes y directivos docentes también tenemos una alta cuota de culpabilidad frente a las agresiones en los colegios, pues muchas veces queremos hacer caso omiso a lo que está sucediendo, a veces por la falta de tiempo para ayudar a resolverlo, otras porque se debe cumplir con una carga académica y no se puede detener simplemente para darle solución a un conflicto o muchas otras veces es porque preferimos hacernos a un lado para evitar complicaciones y problemas futuros. La intermediación del docente en dichos conflictos, muchas veces puede hacer que el problema no trascienda y evitar ser llevado a otras instancias.
Es importante sentarse a dialogar con los que se están agrediendo, buscar el punto de equilibrio, reflexionar sobre lo que ha generado esta situación, y algo muy importante es tener presente a los jóvenes que no hacen parte del conflicto, pero son quienes apoyan y agrandan la situación, estos son llamados vulgarmente “los bomberos” ellos se encargan de generar más tensión, de gritarle al mundo lo que está pasando, de provocar más ira a quienes tienen su dificultad y generalmente logran su acometido, al final solo se retiran satisfechos y sin ningún problema encima. 

LA NORMA COMO ELEMENTO DISCIPLINARIO

Para ahondar un poco sobre el tema es necesario definir el concepto de disciplina, entendido este como la obligación que tienen los estudiantes, los docentes, los directivos, para seguir un código de conducta que en las instituciones educativas es conocido como el Manual de Convivencia Escolar, en otras, como reglamento escolar. El Manual de Convivencia entonces, se constituye en una pieza clave del Proyecto Educativo Institucional; es un instrumento en la formación cognitiva, ética, actitudinal, comunicativa, estética, corporal y axiológica de los estudiantes. El manual de convivencia se convierte, en un referente del comportamiento, el uniforme, el cumplimiento de un horario, las normas éticas, y  las maneras en las que se definen las relaciones al interior de la institución.

Dicho manual contiene además la normatividad respecto al tipo de sanción que se debe seguir en el caso en que el estudiante incurra en la violación de la misma. En dicho caso, es posible que algunas instituciones pongan más el énfasis en la sanción que en la norma misma. La pérdida del respeto por la norma al interior del aula de clase es conocida como "indisciplina". Aparte de la idea que se tenga sobre la disciplina, ésta depende en gran medida del nivel de relaciones que se establece dentro del aula de clase, del interés que el educador puede motivar en el estudiante, y de la comunicación entre las partes. En nuestro quehacer educativo la disciplina es esencial para garantizar el logro de objetivos, no solo con los estudiantes sino además, en todos los miembros de la comunidad y en nuestros planes de trabajo. Requerimientos planteados desde el manual de convivencia escolar de la institución educativa Villa del Socorro, en su capítulo X dirigido a derechos y deberes de los estudiantes.




LA AUTOESTIMA Y SU VINCULACION CON LAS RELACIONES SOCIOESCOLARES

Desde los aportes de la psicología se entiende por autoestima el amor propio hacia sí mismo y la percepción que se tiene de sí, bien sea con inclinación negativa o positiva, dependiendo de su construcción.

Para muchos psicólogos e investigadores, la autoestima va mas allá de una simple identificación y reconocimiento personal, la estima personal juega un papel determinante en las relaciones que el sujeto establece con el entorno y con las personas, puesto que es su propia cosmovisión la que determina situaciones de fracaso o éxito; ya que al tener la convicción de alcanzar algo, se confía en las capacidades y habilidades personales, llegando indudablemente a la meta.

Todo lo contario ocurre cuando se tiene una baja expectativa de si, el temor, la angustia y la falta de confianza, perpetúa el bajo concepto y los mal esquemas desarrollados en la infancia.
En la vida de todas las personas la satisfacción de sentirse bien con uno mismo proporciona bienestar psíquico y conlleva a un mejor desenvolvimiento de las relaciones sociales, ya que favorece el sentido de identidad.

La autoestima puede catalogarse en niveles o estados, según hayan sido las experiencias de vida del sujeto, pudiéndose inscribir en alta o baja; cualquiera de las dos incidirá determinantemente en la calidad de vida de cada sujeto […] A falta de una base de autoestima sólida, nos cuesta asumir riesgos y tomar las decisiones necesarias que nos permitirán vivir una vida productiva y gratificante. Un bajo nivel de autoestima afecta adversamente nuestras relaciones familiares, amistosas y de pareja, nuestro desempeño personal y profesional, y lo más importante, nuestra sensación interna de bienestar. Mientras que un alto nivel de autoestima hace florecer un alto nivel de confianza en nuestras habilidades para resolver situaciones, y la asertividad necesarias para permitirnos llegar a ser todo lo que podemos ser. Un alto nivel de autoestima nos permite tener relaciones más funcionales, saludables y profundas, principalmente con nosotros mismos. […][4]
Abordando el concepto en relación con la escuela, vemos como los niños ingresan desde edades tempranas a los centros educativos, pasando de un microcosmos limitado en relaciones sociales a un macrocosmos lleno de novedades, personas, ideologías, sentires y percepciones personales; de ahí el niño toma en su diario acontecer aquellas situaciones que más lo impresionan y lo incorpora poco a poco a sus esquemas.

Aquellos niños y niñas comienzan a devolver lo aprendido en contexto, empiezan a exteriorizar su ser ante las distintas situaciones diarias, respondiendo con su bagaje de manera asertiva o no.

Podríamos afirmar que en la mayoría de acciones violentas que se dan diariamente en la escuela, entran en juego los dos niveles extremos de autoestima, vemos como un niño con alto nivel de autoestima pocas veces o nunca será agredido; mientras que los niños que se ubican en el lado contrario serán centro de acciones violentas.

No obstante, con esta hipótesis, observable en el ejercicio pedagógico, no se quiere afirmar concluyentemente que esta sea la única razón que explique los hechos violentos, más si es un factor con incidencia en el tema.


RESOLUCION DE CONFLICTOS

Los conflictos entendidos como situaciones cotidianas que crean debate o malestar entre las personas, son una manifestación fehaciente de la diversidad humana; los conflictos se presentan día a día en el lugar de trabajo, en el aula de clase, en los espacios públicos y en todo lugar donde haya una relación entre personas. El conflicto hace parte de la vida y cuando se maneja de manera adecuada produce la mayoría de las veces resultados positivos y satisfactorios para todas las personas involucradas[5].

El conflicto en cualquier ámbito genera reacciones, lo ideal es que este no desencadene una agresión o un acto violento; desde esta perspectiva se busca incluir dentro de la cátedra docente los medios y estrategias para guiar a los niños y jóvenes hacia la búsqueda de una resolución acertada de la problemática; por ello nos referimos a la resolución de conflictos como el medio a través del cual es posible trabajar habilidades sociales y comunicativas, dentro del contexto escolar; […]nuestras familias y el colegio son pequeñas comunidades que desde el obrar de sus individuos ayuda a moldear la sociedad […][6].

Según Margherita Brusa, en su texto Resolución de problemas y conflictos[7], manifiesta que la forma para resolver un conflicto parte de los siguientes pasos:

·         Definir de forma clara y concisa el tema: Los problemas no existen “de por sí”, en abstracto, sino que siempre existen “para alguien”.
·         ¿Qué sabemos sobre el tema? Adquirir información.
·         Generar alternativas.
·         Elegir una solución. Una vez considerados los pros y los contras de cada una de las alternativas generadas, se puede elegir.
·         ¿Ha sido una elección acertada?
·         Actuar y verificar: Una vez puesta en marcha la solución elegida, habrá que valorar las consecuencias.

La formación en resolución de conflictos se convierte entonces, en una estrategia pedagógica y educativa, que minimiza sustancialmente el impacto de la violencia en nuestras aulas, los niños y jóvenes se manifiestan de acuerdo a su bagaje cultural y conceptual, de ahí la importancia de fortalecerlos y acompañarlos en esta construcción de identidad social.


[1] http://www.paho.org/Spanish/AM/PUB/capitulo_2.pdf violencia juvenil. acceso octubre 12 de 2010
[3] Testimonio de la Ministra de Educación de la Provincia de Tucumán en Argentina, la señora Silvia Rojkes Temkin.
[4]  Autor desconocido. http://www.freelancecolombia.com/articulos/liderazgo-autoestima.php
[5] García, Liliana. Estrategias Efectivas para Niños de Resolución de Conflictos. Sin año de publicación.
[6] Segunda reunión de Análisis de Información. Abr.2006. Gimnasio Fidel Cano. http://fpv.gfc.edu.co/?id=2006%2C+Reuni%F3n+An%E1lisis+2

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